martes, 3 de agosto de 2010

Un río europeo submarino

El Telegraph informa que científicos de la Universidad de Leeds han descrito la existencia de un gran río submarino en el Mar Negro. En caso de encontrarse en tierra firme, se catalogaría como el sexto más grande del mundo en cuanto a volumen de agua.

El río submarino, que en algunos lugares alcanza los 35 m. de profundidad y casi 1 km. de ancho, tiene orillas, llanuras aluviales, rápidos y cataratas, a semejanza de los ríos terrestres. Pero también cuenta con dos diferencias importantes: su agua no es dulce, sino que tiene una alta tasa de salinidad; además, cuando la corriente pasa por una curva, las espirales de agua que se forman giran en sentido contrario al de las espirales de los ríos de tierra firme.

El lecho marino del Mar Negro tiene un profundo canal, al que los científicos enviaron un robot submarino para su estudio. Pudieron apreciar entonces que el canal es surcado por una corriente de agua mucho más densa que el agua de sus alrededores, debido tanto a su salinidad como al transporte de grandes cantidades de sedimento. El elevado aporte salino es debido a que el agua procede del Mediterráneo, de donde entra al Mar Negro (cuya salinidad es bastante más reducida) a través del Estrecho del Bósforo. El río se adentra en las llanuras abisales, el equivalente submarino a los desiertos terrestres, y tras un recorrido de unos 60 km., desaparece gradualmente.

El descubrimiento abre el camino a una hipótesis válida para explicar que la vida prospere a grandes profundidades, lejos de las aguas ricas en nutrientes cercanas a la costa, si tenemos en cuenta que tales nutrientes y sedimentos pueden ser arrastrados a grandes distancias por estos ríos. Aunque tal vez es pronto para estas especulaciones, teniendo en cuenta que por el momento se desconoce la existencia de otros ríos similares que estén activos en la actualidad.

También explica la formación de los canales submarinos, que están presentes en todos los océanos del mundo y en algunos de ellos alcanzan tamaños gigantescos (hablamos de longitudes que pueden llegar hasta los 4.000 km.). Podrían haber sido originados por ríos terrestres hoy desaparecidos, cuando esas zonas se encontraban por encima del nivel del mar, aunque también se defiende la hipótesis de que pudieron formarse por el efecto de antiguos ríos submarinos, en momentos en que los océanos y mares eran mucho menos profundos. En este último caso, el río del Mar Negro, aún sin bautizar, podría ser un ejemplo activo de su dinámica.

Fuente: http://www.telegraph.co.uk/earth/environment/7920006/Undersea-river-discovered-flowing-on-sea-bed.html

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